Filtros percoladores de TE MAXSON 1-4
La planta T.E. Maxson, que inició operaciones en 1975, desempeña un papel crucial en la infraestructura de tratamiento de aguas residuales de Memphis. La planta trata un promedio de 70 millones de galones de aguas residuales al día y tiene capacidad para gestionar caudales máximos de hasta 120 millones de galones durante tormentas. Presta servicio a más de 230.000 residentes de Memphis, parte de la población de la ciudad de más de 650.000 habitantes.
A lo largo de los años, la planta ha experimentado varias mejoras importantes, incluyendo una importante modernización en 2016. Esta modernización amplió su capacidad de tratamiento, incorporó la desinfección de efluentes y mejoró las medidas de control de olores, mejorando así la eficiencia general y el rendimiento ambiental de la instalación. En 2022, la ciudad de Memphis anunció una inversión de 250 millones de dólares para modernizar la infraestructura obsoleta de la planta. Esta inversión ampliará la capacidad de tratamiento secundario de la planta e introducirá tecnologías sostenibles, incluyendo nuevos digestores anaeróbicos.
Estos digestores ayudarán a reducir la huella de carbono de la planta y a generar biogás como fuente de energía renovable. Estas mejoras fortalecerán aún más la capacidad de las instalaciones para satisfacer las demandas de tratamiento de aguas residuales de una población en crecimiento, a la vez que incorporan prácticas respetuosas con el medio ambiente. Uno de los principales desafíos que se enfrentaron durante la modernización de las instalaciones fue la rehabilitación de los filtros percoladores, que habían sufrido daños considerables tras años de exposición al agua y a productos químicos. Los cimientos de hormigón de estos filtros se habían erosionado debido a la corrosión inducida por microbios, dejando expuestas las barras de acero subyacentes, como se observa en las imágenes. El equipo de ingeniería buscó una solución eficaz para rehabilitar y proteger el hormigón, garantizando su durabilidad a largo plazo y reduciendo los futuros costos de mantenimiento.
La solución llegó en forma de Xypex MegaMix II con Bio-San, que es un mortero de reparación de superficies a base de cemento diseñado para su uso en entornos hostiles. Este producto fue seleccionado por sus excepcionales propiedades impermeabilizantes, resistencia química y propiedades antimicrobianas. Xypex MegaMix II con Bio-San está específicamente formulado para resistir los efectos de la corrosión inducida por microbios, lo que lo hace ideal para plantas de tratamiento de aguas residuales. Su capacidad para resistir la penetración de agua y la degradación química garantiza que las superficies de concreto estén protegidas contra daños adicionales, prolongando la vida útil de la estructura y reduciendo la necesidad de reparaciones frecuentes.
Además, el aditivo Bio-San proporciona propiedades antimicrobianas que ayudan a prevenir el crecimiento de bacterias dañinas comunes en entornos de aguas residuales. La aplicación de Xypex MegaMix II con Bio-San cubrió aproximadamente 6200 metros cuadrados de la cimentación del filtro percolador, con un espesor estándar de media pulgada aplicado a las superficies. La facilidad de aplicación del producto y su rápido curado permitieron al equipo de construcción de CDM Smith completar las obras de rehabilitación con mayor eficiencia de lo previsto inicialmente, reduciendo el costo y el tiempo totales del proyecto.
Esto garantizó que la planta T.E. Maxson pudiera seguir operando sin interrupciones y prolongó la vida útil de los filtros percoladores, fundamentales para el proceso de tratamiento de la planta.
La incorporación de Xypex MegaMix II con Bio-San al proyecto proporcionó varios beneficios clave. En primer lugar, las propiedades impermeabilizantes y de resistencia química del producto garantizan que el hormigón tratado se mantenga intacto a pesar de la exposición continua a condiciones adversas. Por otro lado, sus propiedades antimicrobianas ofrecen protección a largo plazo contra el crecimiento de organismos nocivos.
Esta combinación de características ayuda a mantener la eficiencia del proceso de tratamiento de aguas residuales. Reduce la probabilidad de futuros daños a la infraestructura, lo que genera beneficios económicos y ambientales para la ciudad de Memphis. Este proyecto sirve como modelo ejemplar de gestión proactiva de infraestructura, garantizando que la planta satisfaga las necesidades de la comunidad en los años venideros.